¿EL FINAL DE LA TRILOGÍA?

          En la última entrega de la trilogía Matrix se desata finalmente la guerra entre humanos y máquinas. Revolutions es una película capaz de combinar, con bastante fluidez, las escenas más sangrientas de la saga con un universo pleno de poesía, misticismo y espiritualidad.

EL AMOR

          Si en Reloaded podíamos apreciar la lucha entre Eros y Thánatos como una oposición entre el sexo y la guerra, en Revolutions es el amor, con todas sus vertientes, el que se impone ante la masacre y el miedo.

          Por amor, Neo consigue escapar de su particular purgatorio, un limbo (nótese que el lugar se llama Mobil Ave, donde mobil es anagrama de limbo y ave abreviatura de avenue ) con aspecto de estación de tren. Su reciente amistad con la niña Sati y con su padre Rama- Kandra, no son suficientes para escapar de la prisión merovingia. Debe ser Trinity quien luche en el club Infierno y acuda a rescatarle.

          Por amor, Zee decide quedarse a luchar en Sión, tratando de colaborar para que su esposo Link vuelva con ella. Por otro lado, un sentimiento profundo de amistad y confianza brota del duro corazón de Niobe, quien sorprende a los presentes cediendo su nave a Neo. Del mismo modo, Trinity decide acompañar a Neo a la muerte, a la ciudad de las máquinas, sabiendo que no van a regresar de allí.

          Finalmente, pese a que parezca imposible, Neo se empecina en seguir luchando contra Smith, bajo la lluvia y frente al dolor. El amor hacia los demás humanos será el detonante para que el Elegido destruya al mal, sacrificándose, y recargue Matrix de nuevo.

          Por si esto fuera poco, no sólo los humanos desarrollan sentimientos de empatía entre ellos, sino que los programas también son capaces de enamorarse y luchar por el fruto de esa conexión, como hacen Rama-Kandra y Kamala al intentar salvar a su hija. Pero, sin duda, lo más novedoso es un nuevo factor a estudiar: la posibilidad de que haya programas que amen a los humanos. En primer lugar, el Oráculo arriesga su vida, y su apariencia anterior, con la intención de ayudar a Neo y a la humanidad, para que Matrix no se disuelva bajo el yugo de Smith. Además, Sati muestra una dulzura natural hacia los humanos, en especial hacia Neo. Su curiosidad de niña le impide considerarle un enemigo, o alguien sospechoso, como hace su madre Kamala.

          En último término, las máquinas, aquellos seres terroríficos y maléficos, se muestran dispuestas, bajo el rostro de un bebé enfadado, a colaborar con Neo para salvar Matrix, Sión, y las cosechas de humanos. La tregua es firmada verbalmente entre El Arquitecto y el Oráculo. Ambos, como un viejo matrimonio divorciado, negocian entre ironías y medias sonrisas la paz de los dos mundos.

LA ESPIRITUALIDAD

          Los seguidores de Matrix que disfruten de los tintes místico-religiosos de la trilogía están de enhorabuena. Esta última película muestra claramente a Neo como un salvador que domina el campo de las energías y que se sacrifica para salvar, no sólo a un mundo, sino a dos: el humano y Matrix. El filósofo Ken Wilber afirma que hay tres dominios en la trilogía: el cuerpo (Sión), la mente (Matrix) y el espíritu (las máquinas). En la ciudad de las máquinas Neo adquiere un nuevo estatus que le lleva a crear luz en Matrix frente a la oscuridad procedente de Smith.

LA GUERRA: MÁQUINAS Y SMITH

          Llegados a este punto, conviene recordar que Revolutions despliega además una gran cantidad de efectos especiales, gracias a los cuales se puede apreciar la magnitud de esa guerra metálica, oscura, y silenciosa (es imposible hablar con el enemigo. A no ser Neo, que va directo al Deus ex machina ).

          Y es que, debemos recordar, que los humanos tienen dos frentes abiertos: el ataque a Sión y la malicia de Smith. El insatisfecho ex-agente persigue a Neo en ambos mundos, deseando clonarse en él, ser más poderoso, gobernarlo todo. Sus afanes imperialistas le hacen citar a Julio César y a Dios ( yo soy tu alfa y tu omega ), al tiempo que se queja de la carne pútrida de los humanos. Smith desea con todas sus fuerzas participar de los poderes de Neo. Quiere ser omnisciente, ominipotente y omnipresente. Desea serlo todo: ¡Este es mi mundo, mi mundo!

          Por suerte, el amor triunfa y el sistema se estabiliza. La posibilidad de la muerte de Neo queda abierta, ya que si bien parece haber muerto, el Oráculo comenta que quizás vuelvan a verle. Sin embargo, la historia no apunta a Neo como próximo protagonista, sino a una niña pequeña y simpática: Sati. El Oráculo ha dicho de ella que cambiará el futuro de ambos mundos para toda la eternidad. Dado que eso aún no ha ocurrido, cabe preguntarse si nos espera una cuarta parte de Matrix donde Sati desempeñe un papel importante. Quizás en un principio no sea así, pero quién sabe, si algo conocemos del universo Matrix es su capacidad para sorprendernos, no hay más que recordar su legendario eslogan: creerás lo increíble . Mientras tanto, el pack de 10 DVD The Ultimate Matrix Collection ofrece suficientes documentos para mantener ocupados a los fans durante unos cuantos años más.

Concepción Pérez García

Licenciada en Filosofía por la UNED
Suficiencia investigadora de Doctorado (Univ. de Oviedo) Profesora de Filosofía en Enseñanza Media