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UNA PELÍCULA DE ÉXITO
Corría
el año 1999 cuando los hermanos Wachowski revolucionaron
el cine de acción sacando a la luz una nueva creación: The Matrix. Una película que muchos no comprendían
pero que a todos encantaba. Con ella inauguraron un estilo original
de rodar las escenas de acción y demostraron su increíble
habilidad para sustentar carreras, saltos y patadas, sobre unos
sólidos pilares filosóficos, culturales e incluso
religiosos. Todo un prodigio.
Cuando
la cinta de VHS salió al mercado, Matrix batió
el record de ventas al tiempo que su banda sonora era reconocida
y aplaudida por todos los amantes del género. En internet,
las paginas web dedicadas a la película florecían
a cada minuto, pero, ¿qué tenía esta película
para provocar semejante culto?
En Matrix hay de todo. Una buena historia, un buen guión,
actuaciones brillantes y muchos temas para reflexionar. Pero hay
que decir que Matrix no es sólo una cinta para pensar,
sino que lo bueno que tiene es que gusta mucho a la juventud. ¿Por qué? Por el ambiente. Es una historia futurista,
oscura, rápida, con mucha acción y efectos especiales
totalmente originales. Tanto es así que los directores
patentaron unos de ellos, el famoso Bullet Time
. Por si fuera poco, los tres personajes principales
son bien conocidos, en especial los varones.
Keanu
Reeves encarna al protagonista, Neo, y es adorado por legiones
de fans. Desde luego tienen en qué basarse: es un joven
alto, moreno, delgado y con facciones un tanto orientales. Lawrence
Fishburne, por otro lado, es Morfeo, el jefe por antonomasia,
un hombre alto y fornido, de tez negra y cabeza rapada
. Por último tenemos a Carrie-Anne Moss, quien
saltó a la fama con esta película al interpretar
a Trinity, una mujer independiente, tranquila y segura de sí
misma, con una de las miradas más cristalinas que se ha
visto en la pantalla de un cine.
El universo Matrix está plagado de cables, pantallas
y ordenadores; de suciedad (algo atípico en las películas
futuristas, donde todo es metálico y reluciente) y de un
toque cutre que pretende hacernos caer en la cuenta de que el
futuro quizás no vaya a ser como siempre nos habían
contado: lujoso, bonito, cómodo y minimalista. Todo este
entorno va rodeado de una banda sonora con mucho ritmo, toques
de rock, de heavy, sonidos metálicos, cantantes que se
desgarran dando gritos…Una música inquietante pero muy
acertada.
Algo
muy presente en el film son las escenas de acción, en especial
las de artes marciales: kung-fu, jujitsu, kárate…un completo
despliegue de técnicas que los protagonistas aprendieron
de la mano del entrenador de Tigre y Dragón durante
seis meses de duros entrenamientos. Estas escenas están
muy bien trabajadas, en especial la del Dojo, en la que
Neo y Morfeo combaten dentro de un programa informático.
El
tema de la violencia fue discutido durante el curso. Mientras
los alumnos más jóvenes la consideraban como parte
fundamental del desarrollo de la historia, los más mayores
se mostraban reticentes. Bien es cierto que cuando Neo y Trinity
rescatan a Morfeo hay armas en cantidades masivas, muchas balas
y mucha sangre. De todos modos, los hermanos Wachowski no
se recrean en la violencia sino que la usan como soporte y como
símbolo de la guerra entre humanos y máquinas, nada
que ver con otras películas con primeros planos de heridas
o desgarros. Aquí vemos golpes secos, limpios y rápidos.
Una vez que el contrario ha sido vencido, ya no volvemos la vista
atrás sobre él. Nuestros protagonistas siempre miran
al frente y prosiguen con su plan.
En
definitiva, Matrix se ha convertido en una película
de culto, sus fans se cuentan por millones y todos esperan impacientes
a que se estrenen las dos partes que faltan de la trilogía: Matrix reloaded y Matrix revolutions. Sin duda tendrán
mucha más acción y mucha más filosofía,
no esperamos menos de los Wachowski.