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APRENDICES
DE KANT
El "Centro de Filosofía para Niños", que se
presentó ayer en el colegio Los Campos, pretende hacer pensar
a los más pequeños y crear mentes para un futuro más
democrático.
NOELIA
ERAUSQUIN
GIJÓN
Concebir
la educación como pura instrucción no es el estilo
de José Manuel Gutiérrez. Este profesor de filosofía
del instituto Calderón de la Barca quiere hacer pensar a
los más pequeños, enseñarles a ser críticos
y a plantearse cosas, no aceptarlas sin más. Por ello, es
el precursor en Gijón del Centro de Filosofía para
Niños, que se presentó ayer en el colegio Los Campos.
La idea
no es suya, sino del americano Matthew Lipman, que en los años
60 comenzó a realizar una crítica constructiva a la
enseñanza tradicional. Para él, el sistema tenía
carencias importantes que podían ser subsanadas con la filosofía
y, de este modo, crear sociedades más democráticas
habituadas a razonar por sí mismas y no a dejarse llevar.
Los
cursos que plantea Lipman están pensados para edades que
van desde los 6 años hasta los 18 y, en Gijón, serán
propuestos como actividades extraescolares. Primero se creará
un conflicto entre los pequeños, ya sea ético, estético
o de conocimiento, y los propios alumnos, a través del diálogo,
tendrán que resolverlo. Cuestiones como qué es un
invento y qué es un descubrimiento o las diferencias entre
reglas, leyes y normas pueden ser algunos de los temas de reflexión.
EL
PAPEL DEL PROFESOR // En este caso, el maestro será una
especie de Platón que desciende a la caverna para conocer
la verdad, un experto que no ejercerá como tal, sino que
se adaptará al niño dejándolo pensar por sí
mismo. Por tanto, no se trata de estudiar a los filósofos,
sino de hacer filosofía, casi convertirse en uno de ellos.
Para
José Manuel Gutiérrez es fundamental que los pequeños
pierdan la vergüenza y se atrevan a argumentar a favor y en
contra de un pensamiento y, sobre todo, a cuestionarse las cosas.
Según el profesor, muchos niños ya no hacen preguntas
porque en casa y en el colegio se les han ido cerrando las oportunidades
y, sin embargo, "interrogarse sobre la realidad es una gran
postura indagadora que se debe promover".
Entre
otros cursos, a partir de enero, se pondrá en marcha uno
sobre filosofía y cine, que propone a jóvenes de 15
a 18 años un análisis de la realidad basándose
en la película Matrix. Además, para que los padres
se impliquen en el proceso educador, José Manuel Gutiérrez
propone una escuela para padres.
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